Pérdida de hábitat y falta de información son las mayores amenazas para los caballitos de mar
¿Está el caballito de mar en peligro? ¿Por qué? ¿Tenemos información homogénea y suficiente? ¿Qué haría falta para incluirlo dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas? Para responder a estas y otras preguntas, la Fundación Aula del Mar Mediterráneo (FAMM) ha reunido a los principales científicos preocupados por esta especie en su II Club de Debate de Expertos. Este encuentro forma parte del Proyecto Seahorsemed, una de las principales líneas de investigación de la fundación que tiene como objetivo principal la conservación de los caballitos de mar y su hábitat asociado en el Mar Mediterráneo y cuenta con la colaboración de Marbella Club Hotel, empresa muy sensibilizada con el caballito del mar y que apuesta firmemente por su cuidado.
Los caballitos de mar y otros signátidos son especies muy conocidas a nivel popular, y el prototipo perfecto para servir como ‘especies paraguas’ para la conservación (cuya protección conlleva la de toda la biodiversidad y ecosistemas asociados a ellas). Estos se asocian típicamente a hábitats coralígenos, comunidades algales y praderas marinas como la posidonia (Posidonia oceanica) y otras angiospermas marinas, que les proporcionan refugio y abundante alimento.
En los últimos años estas especies se enfrentan a numerosas amenazas, tales como la pérdida y degradación de sus hábitats, debido a actividades humanas como el desarrollo costero, la contaminación, la pesca accidental y capturas con fines ornamentales y para la medicina tradicional de países asiáticos.
A pesar de su importancia ecológica, se dispone de poca información sobre el estado actual de sus poblaciones, tanto a nivel mediterráneo como de todo el litoral español. Esta falta de información ha llevado a que sean clasificadas como Datos Insuficientes en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), lo que indica una necesidad urgente de estudios para su conservación, e incrementar el nivel de protección para garantizar su supervivencia a medio y largo plazo. Y la Asociación Hippocampus ha presentado este año al Ministerio de Transición Ecológica una petición para que se incluya la especie Hippocampus guttulatus, que es la habitual en el Mar Menor, en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, una petición firmada y respaldada por muchas otras organizaciones de conservación de la Naturaleza, entre ellas la Fundación Aula del Mar Mediterráneo.
Entre las principales conclusiones del Encuentro podemos destacar las siguientes:
- La consolidación de un Grupo de Trabajo a nivel nacional sobre la conservación de los caballitos de mar y los signátidos en general.
- La actualización de las observaciones y localizaciones de colonias y ejemplares de caballitos de mar y signátidos en todo el territorio español.
- La propuesta de inclusión de los caballitos de mar dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas.
- La propuesta de trabajar conjuntamente en unificar criterios de identificación de áreas claves para la creación de microreservas para estas especies.
- La propuesta de seguir compartiendo información y experiencia sobre el cultivo en cautividad para disponer en un futuro de lotes de ejemplares en las diferentes zonas o territorios para posibles repoblaciones o reforzamiento de las poblaciones existentes.
- La puesta en marcha del Grupo SEAHORSE ALLIANCE para presentar proyectos conjuntos a nivel nacional y europeo, explorando las distintas convocatorias existentes.
El Club de Debate de Expertos busca compartir experiencias y resultados con científicos, entidades e instituciones, unificando criterios y protocolos de actuación, y contribuyendo a una conservación más efectiva y amplia de estas especies.
En este segundo encuentro, celebrado el pasado 8 de noviembre, Juan Antonio López, presidente de la FAMM y director del Proyecto Seahorsemed, expuso los resultados del año 2024 del estudio in situ del proyecto, en donde se mostraron modelos biogeográficos que detectaron con éxito zonas favorables para las especies, así como los registros y número de ejemplares facilitados por las personas voluntarias a lo largo del año en la zona del mar de Alborán.
Entre sus conclusiones, destacó que “el número de caballitos avistados, aunque mayor que el año anterior debido al aumento de muestreo de trabajo, era mucho menor que el esperado, encontrándose un porcentaje considerable de ellos en zonas antrópicas y que se tiene que seguir trabajando en la monitorización de esta área».
Miquel Planas, investigador titular del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC en Vigo y director del Proyecto Nacional HIPPO-DEC, expuso los resultados de este proyecto, encargado por el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO), para el diagnóstico de la situación ambiental de los caballitos de mar y otros signátidos en el litoral español, con el fin de valorar su estado de conservación e identificar zonas de microreservas marinas. Para lograrlo, depende mucho de colaboradores externos y búsqueda de información sobre las coordenadas, especies, tipo de fondo y fotografías dentro de la plataforma de ciencia ciudadana Observadores del Mar. Además de la recopilación de registros, también se están llevando a cabo estudios genéticos y mapas de isótopos estables para ver semejanzas o diferencias entre las poblaciones de diferentes regiones.
Entre los resultados de los avistamientos recopilados, la zona mejor muestreada es la del mar del Mediterráneo, siendo la zona norte de España y Huelva las peores muestreadas. La especie predominante fue Hippocampus guttulatus y la mayor parte de los avistamientos de reportaron a menos de 20 metros, habiendo por lo tanto un sesgo en la información, ya que se han localizado caballitos de mar a hasta casi los 100 metros de profundidad. Planas explicó que “este hecho es una de las limitaciones que tiene la ciencia ciudadana, ya que la mayoría de los buceadores no tiene licencia para bucear a más profundidad, por lo que es indispensable compaginar con otros datos de carácter más científico, poniendo de ejemplo una posible colaboración con el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Finalmente, Planas se refirió a las conclusiones de las encuestas que llevaron a cabo con gente ligada al mar, como pescadores y buceadores, en donde dos de cada tres encuestados creían que las poblaciones de caballitos de mar estaban disminuyendo en la naturaleza y que el motivo podría ser la contaminación. La mayoría (62%) contestó que pensaba que los caballitos no eran especies amenazadas.
José Antonio Oliver y Juan Diego López, coordinadores del Proyecto Hippocampus de la Asociación Hippocampus en el Mar Menor, cuyo objetivo es conocer la evolución de Hippocampus guttulatus en el mar Menor, explicaron que esta especie era muy abundante el pasado, pero sus poblaciones se vieron muy diezmadas debido a la pesca extractiva para diversos fines (acuariofilia, adorno, exportación a otros países donde se usan en medicina tradicional; principalmente China, etc). Su pesca está prohibida desde 2006, pero sigue habiendo tráfico ilegal. En los últimos 9 años (2016-2024), las poblaciones se han visto seriamente afectadas por dos mortandades masivas que tuvieron lugar en la laguna en octubre de 2019 y agosto de 2021, pasando de 23.817 ejemplares registrados en 2018 a 800 en 2022, no encontrándose ningún ejemplar en el año 2023. También hicieron alusión a depredadores exóticos que empeoran aún más la situación, como el cangrejo azul, las doradas y lubinas. Sin embargo, hay un atisbo de esperanza ya que han localizado seis ejemplares en 2024.
La siguiente ponencia estuvo a cargo de Aaron Sanchís, presidente de la Asociación Ambiens, quien habló de Seahorse Project que busca evaluar y conservar las poblaciones de caballitos de mar en la Comunidad Valenciana. Dado que los datos en comunidad eran escasos, concentrándose la mayor parte de ellos en Alicante, se decidió hacer un programa basándose en la ciencia ciudadana con buceadores voluntarios para saber más sobre sus poblaciones y localizaciones. La especie más observada fue Hippocampus guttulatus, que se encontraba en praderas marinas como la Cymodocea, mientras que Hippocampus hippocampus se encontró más en fondos arenosos y rocosos. Una vez localizadas potenciales poblaciones, la Asociación Ambiens prevé crear microreservas, una posible nueva figura de protección para proteger a los caballitos de mar de la Comunidad Valenciana.
Ana García Berlanga, coordinadora técnica del proyecto Bahía de Santander de la Fundación Naturaleza y Hombre, expuso sus líneas de trabajo generales, entre ellas se encuentra la cría y liberación de anguila europea, pez espinoso y caballitos de mar. Y está desarrollando un programa de ciencia ciudadana para monitorizar los caballitos en el norte de España, ya que apenas hay datos.
Carolina Vidal, coordinadora del proyecto de conservación de los caballitos de mar en Mallorca desde la Fundación Palma Aquarium, mostró los avances conseguidos durante 2024, tanto en el estudio in situ como en el de cría en cautividad o ex situ. El objetivo principal es conocer el estado de conservación de los caballitos de mar en las Islas Baleares y mejorar los protocolos de la cría en cautividad. Desde que comenzó el estudio (2014-2024) han localizado a 47 animales diferentes, la mayoría Hippocampus guttulatus, utilizando un software gratuito de identificación llamado I3S SPOT, en donde mediante patrones de mancha pueden identificar los ejemplares con bastante acierto. En cuanto a la cría y posterior liberación, explicó que el uso del copépodo Arcantia tonsa mejoraba considerablemente la supervivencia de los alevines, mientras que para la suelta de ejemplares adultos se hacía tanto directamente como de manera progresiva, estando en este caso los animales una semana en una jaula enmallada en la zona de suelta para que se vayan adaptando progresivamente al medio.
Javier Landa, responsable conservador del Acuario de Sevilla, expuso los resultados obtenidos durante 2024 con los reproductores donados por la FAMM. Explicó su experiencia en la cría de signátidos en cautividad, como dragones de mar (especie muy difícil de reproducir con éxito en cautividad, siendo su equipo pionero en conseguirlo fuera de Australia) y caballitos de mar. También se refirió a sus experiencias de supervivencia de alevines en diferentes tipos de acuarios (Kreisel, pseudokreisel, etc) y tratamientos veterinarios para evitar la parasitación de ciliados (una de las mayores causas de mortalidad de signátidos en cautividad). El Acuario de Sevilla colabora con la FAMM en el estudio ex situ del Proyecto Seahorsemed.
Finalmente, Raimundo Real, catedrático de la Universidad de Málaga y director del Grupo de Biogeografía, Diversidad y Conservación de la misma, ofreció unas pinceladas acerca de la importancia de conocer y delimitar adecuadamente la ubicación geográfica de las especies.
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